Entre aplausos y lágrimas, despidieron a Samir García en su escuela
- Con el féretro en el domo, pronunciaron su últimos pase de lista y lo llevaron por última vez a su salón de clases
Heidi Castellanos / Buzón Sureste
Jáltipan, Veracruz – Entre aplausos, lágrimas y un profundo sentimiento de pérdida, alumnos, maestros y familiares despidieron a Samir García en la telesecundaria “Enrique C. Rébsamen” de Jáltipan de Morelos, en el sur de Veracruz.
Durante la mañana de este martes 19 de noviembre, con un emotivo homenaje, la comunidad escolar rindió tributo a un joven de 14 años cuyo legado de bondad y esfuerzo dejó huella en todos los que lo conocieron.
“Hoy me invade una tristeza profunda al despedir a un alumno y a un amigo, que dejó una huella imborrable en nuestra comunidad escolar.
Samir, un joven respetuoso, tímido, pero con un corazón enorme, siempre mostró una voluntad admirable para ayudar al prójimo”, expresó Alejandra Escobar, maestra de Samir.
El féretro blanco de Samir fue recibido bajo el domo de la escuela, donde sus compañeros formaron guardias de honor, un gesto de cariño y admiración hacia quien en vida fue un estudiante ejemplar y un amigo entrañable.
“Me siento triste, con él y Carlos era con los únicos que estábamos acá, jugaba con ellos y siempre era muy feliz, no era grosero, jugábamos, pero tampoco era una gran amiga porque no salíamos, pero acá si íbamos a casa de una compañera hacer las tareas, estábamos bien, desde que pasó esto me siento mal, triste ya no voy a quien se sienta enfrente de mí, a quien llega tarde a la escuela, a quien callan en el salón”, dijo una de sus compañeras entre lágrimas.
En un acto solemne, su maestra pronunció el último pase de lista, un momento que conmovió profundamente a los presentes.
“Samir García Hernández: ¡Presente!”, dijeron todos los alumnos a una sola voz.
El recorrido continuó hacia su salón de clases, un espacio que alguna vez albergó sus sueños de convertirse en contador y donde ahora queda el eco de su risa, su dedicación y las bromas que les hacía a sus compañeros.
“Si quería estudiar y quería ser contador. Era muy bueno para las matemáticas, la verdad era el que nos hacía las cuentas en todo, mentalmente, sin calculadora. Siempre estaba alegre y feliz”, recordó su padre, Samuel García.
Samir perdió la vida el pasado sábado mientras realizaba un acto de bondad: ayudar a un hombre mayor a mover su carrito de hot dogs. Fue atropellado por un vehículo en circunstancias que aún se investigan y donde otro menor de edad, Yontin “N”, está involucrado.
La comunidad de Jáltipan, unida por el dolor, sigue exigiendo justicia para Samir. Su historia, ha quedado marcada por su generosidad y sueños truncados.